25 Recetas con Muslitos de Pollo ¡Para Chuparse los Dedos!
¡Hola, amante de la buena cocina! Si has llegado hasta aquí, es porque sabes que los muslitos de pollo son una auténtica maravilla: económicos, jugosos y súper versátiles. Hoy te traigo el santo grial de las recetas con muslitos de pollo, una lista de 25 ideas para que nunca más te preguntes “¿y hoy qué comemos?”. Prepárate para un viaje de sabor que transformará tu cocina para siempre.
¿Por Qué Amamos los Muslitos de Pollo?
No es ningún secreto que el pollo es una de las carnes más consumidas del mundo, pero el muslo, en particular, tiene un lugar especial en nuestros corazones (y estómagos). A diferencia de la pechuga, que puede quedarse seca si te descuidas, el muslito es prácticamente infalible. Su mayor contenido de grasa intramuscular garantiza una carne tierna y llena de sabor, ¡incluso si eres un principiante en la cocina!
Un estudio de la “Journal of Food Science” destaca que la carne oscura del pollo, como la de los muslos, no solo es más jugosa, sino que también contiene más taurina, un aminoácido importante para la salud cardiovascular y el desarrollo neurológico. ¡Así que es delicioso y bueno para ti!
Tabla Nutricional de los Muslitos de Pollo (por 100g, sin piel y sin hueso)
| Nutriente | Cantidad Aproximada |
|---|---|
| Calorías | 177 kcal |
| Proteínas | 24 g |
| Grasas Totales | 8 g |
| Grasas Saturadas | 2.2 g |
| Hierro | 1.3 mg |
| Zinc | 2.4 mg |
| Vitamina B12 | 0.4 µg |
“El muslo de pollo es el equilibrio perfecto entre sabor y nutrición. Su versatilidad permite que absorba maravillosamente marinadas y especias, convirtiéndolo en el lienzo ideal para la creatividad culinaria.” – Dra. Elena Ríos, Nutricionista y Tecnóloga de Alimentos.
Ahora sí, con la teoría clara, ¡vamos al lío!
1. Muslitos de Pollo al Horno con Limón y Romero

Un clásico que nunca falla. Esta receta es la definición de “comida reconfortante”. El aroma que llena la casa mientras se hornea es simplemente espectacular, una mezcla cítrica y herbal que abre el apetito al instante.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 2 limones grandes
- 4 ramitas de romero fresco
- 4 dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 200°C (400°F). Mientras tanto, seca bien los muslitos con papel de cocina. Este paso es clave para conseguir una piel crujiente.
- En un bol grande, mezcla los muslitos con un buen chorro de aceite de oliva, la ralladura y el zumo de un limón, los dientes de ajo machacados, sal, pimienta y las hojitas de dos ramas de romero. Masajea bien el pollo para que se impregne de todos los sabores.
- Coloca los muslitos en una bandeja para horno. Corta el otro limón en rodajas y ponlas entre los muslos, junto con las otras dos ramitas de romero.
- Hornea durante 40-50 minutos, o hasta que el pollo esté dorado, crujiente y completamente cocido por dentro. A mitad de cocción, puedes rociarlos con su propio jugo para mantenerlos húmedos. ¡Y a disfrutar!
2. Muslitos de Pollo a la Miel y Mostaza

Una combinación agridulce que vuelve locos a niños y adultos. La salsa crea una capa glaseada, pegajosa y deliciosa sobre el pollo que es imposible de resistir. Es una receta perfecta para una cena fácil entre semana.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 4 cucharadas de miel
- 4 cucharadas de mostaza de Dijon
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 190°C (375°F). En un bol pequeño, prepara la salsa mágica: mezcla la miel, la mostaza de Dijon, el aceite de oliva y el ajo en polvo. Remueve hasta que esté todo bien integrado.
- Sazona los muslitos con sal y pimienta por todos lados. No te cortes con la pimienta, le da un contrapunto genial al dulzor.
- Coloca los muslitos en una fuente para horno y, con una brocha de cocina, píntalos generosamente con la mitad de la salsa de miel y mostaza.
- Hornea durante 25 minutos. Pasado ese tiempo, saca la bandeja, dales la vuelta a los muslitos y píntalos con el resto de la salsa. Hornea otros 20-25 minutos más, hasta que estén dorados y caramelizados.
Pro Tip: Sírvelos con un poco de perejil fresco picado por encima para darle un toque de color y frescura.
3. Muslitos de Pollo al Ajillo

¡Sabor español en estado puro! Esta receta es sencilla, rápida y tiene un saborazo increíble. El ajo se vuelve dulce y suave al cocinarse, creando una salsa que te obligará a tener una buena barra de pan al lado.
Ingredientes:
- 10 muslitos de pollo
- 1 cabeza de ajos entera
- 1/2 vaso de caldo de pollo
- Aceite de oliva virgen extra
- Harina (para rebozar)
- Sal, pimienta y perejil fresco
Instrucciones:
- Salpimenta los muslitos y pásalos ligeramente por harina, sacudiendo el exceso. La harina ayudará a que se doren mejor y a que la salsa espese un poquito.
- En una sartén grande o cazuela, calienta un buen fondo de aceite de oliva. Dora los muslitos por todos lados a fuego medio-alto hasta que tengan un color dorado precioso. Retíralos y resérvalos.
- En el mismo aceite, añade los dientes de ajo pelados y laminados. ¡Ojo! Cocínalos a fuego bajo para que no se quemen, solo queremos que se doren y suelten su aroma.
- Cuando los ajos estén doraditos, vuelve a poner los muslitos en la sartén. Vierte el caldo de pollo, sube el fuego hasta que hierva y luego bájalo al mínimo. Tapa y deja que se cocine todo junto durante 20-25 minutos, hasta que el pollo esté tierno. Espolvorea con perejil picado antes de servir.
4. Muslitos de Pollo Teriyaki Casero

Viajamos a Japón con esta receta llena de sabor umami. Olvídate de las salsas compradas; hacer tu propia salsa Teriyaki es facilísimo y el resultado es infinitamente mejor. Quedan unos muslitos jugosos y con un glaseado brillante espectacular.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 1/2 taza de salsa de soja
- 1/4 taza de mirin (o vinagre de arroz con una cucharadita de azúcar)
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 1 cucharada de jengibre fresco rallado
- 2 dientes de ajo picados
- Semillas de sésamo y cebollino para decorar
Instrucciones:
- Primero, la salsa. En un cazo a fuego medio, combina la salsa de soja, el mirin, el azúcar moreno, el jengibre y el ajo. Llévalo a ebullición suave y luego baja el fuego, dejando que se reduzca durante 5-7 minutos hasta que espese un poco.
- Mientras, puedes dorar los muslitos en una sartén con un poco de aceite. Queremos sellarlos por todos lados para que conserven sus jugos.
- Una vez dorados, vierte la salsa Teriyaki casera sobre los muslitos en la sartén. Asegúrate de cubrirlos bien.
- Cocina a fuego bajo-medio durante unos 15-20 minutos, dándoles la vuelta de vez en cuando para que se impregnen bien de la salsa por todos lados. La salsa seguirá espesando y se pegará al pollo. Sirve inmediatamente, decorado con semillas de sésamo y cebollino picado.
5. Muslitos de Pollo Fritos Estilo “KFC”

¿Quién puede resistirse a un buen pollo frito crujiente? Esta versión casera te hará olvidar las cadenas de comida rápida. El secreto está en una mezcla de especias bien potente y en el doble rebozado para un extra de crunch.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 2 tazas de harina
- 1 taza de leche
- 1 huevo
- Mezcla de especias: 2 cucharaditas de pimentón dulce, 1 de ajo en polvo, 1 de cebolla en polvo, 1 de orégano seco, 1 de tomillo seco, sal y mucha pimienta negra.
- Aceite para freír (girasol o canola)
Instrucciones:
- En un plato hondo, mezcla la harina con toda la mezcla de especias. ¡Sé generoso! Reserva la mitad de esta harina especiada en otro plato.
- En un tercer bol, bate el huevo con la leche. Ahora tienes tu estación de rebozado: harina especiada, mezcla de leche y huevo, y más harina especiada.
- Pasa cada muslito primero por la harina, luego por la mezcla de huevo y finalmente de nuevo por la harina, presionando bien para que se adhiera. Este doble rebozado es el truco.
- Calienta abundante aceite en una sartén profunda o freidora a 175°C (350°F). Fríe los muslitos por tandas (sin sobrecargar la sartén) durante 8-10 minutos por cada lado, hasta que estén dorados y bien cocidos por dentro. Escúrrelos sobre una rejilla para que no se ablanden.
6. Muslitos de Pollo a la Naranja y Jengibre

Una receta con un toque asiático, fresca, aromática y ligeramente picante. La combinación de la naranja ácida con el jengibre picante y el dulzor de la miel crea un equilibrio de sabores que te sorprenderá.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- El zumo de 2 naranjas grandes
- La ralladura de 1 naranja
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de miel
- 1 trozo de jengibre fresco (como un pulgar), rallado
- 1 guindilla pequeña (opcional), picada fina
- Aceite de sésamo
Instrucciones:
- En un bol, marina los muslitos de pollo durante al menos 30 minutos (o toda la noche en la nevera) con el zumo y la ralladura de naranja, la salsa de soja, la miel, el jengibre y la guindilla.
- Calienta un chorrito de aceite de sésamo en una sartén grande a fuego medio-alto. Saca los muslitos de la marinada (¡resérvala!) y dóralos por todos lados.
- Una vez dorados, vierte la marinada que habías reservado en la sartén. Lleva a ebullición y luego baja el fuego.
- Tapa y cocina durante 25-30 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que la salsa se haya reducido y espesado, y el pollo esté tierno y jugoso.
7. Muslitos de Pollo al Curry con Leche de Coco

Transporta tus sentidos a Tailandia con este curry cremoso, exótico y lleno de matices. La leche de coco suaviza la intensidad del curry, creando una salsa sedosa y adictiva. Sírvelo con arroz basmati para una comida completa.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 1 lata (400 ml) de leche de coco
- 2 cucharadas de pasta de curry rojo (o amarillo, si prefieres menos picante)
- 1 cebolla grande, picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 1 pimiento rojo, en tiras
- Un puñado de cilantro fresco
- Zumo de 1 lima
Instrucciones:
- En una cazuela u olla grande, sofríe la cebolla y el ajo con un poco de aceite hasta que estén blanditos. Añade la pasta de curry y cocina durante un minuto más, hasta que libere todo su aroma. Este paso es fundamental para potenciar el sabor.
- Añade los muslitos de pollo y dóralos ligeramente con la mezcla de curry.
- Vierte la leche de coco, remueve bien y lleva a ebullición. Luego, baja el fuego, tapa y deja cocinar a fuego lento durante 20 minutos.
- Añade las tiras de pimiento rojo y cocina otros 10-15 minutos, hasta que el pollo esté cocido y el pimiento tierno pero aún con un toque crujiente. Justo antes de servir, añade el zumo de lima y espolvorea con cilantro fresco picado.
8. Muslitos de Pollo en Salsa de Champiñones

Una receta clásica de la cocina de la abuela, de esas que saben a hogar. Es un plato contundente y sabroso, con una salsa cremosa de champiñones que es perfecta para mojar pan sin parar.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 300 g de champiñones frescos, laminados
- 1 cebolla, picada
- 200 ml de nata para cocinar (crema de leche)
- 1/2 vaso de caldo de pollo
- Sal, pimienta y nuez moscada
- Aceite de oliva
Instrucciones:
- Salpimenta los muslitos y dóralos en una cazuela con aceite de oliva. Una vez dorados, retíralos y resérvalos.
- En la misma cazuela, pocha la cebolla picada. Cuando esté transparente, añade los champiñones laminados y una pizca de sal. Cocina hasta que los champiñones suelten toda su agua y empiecen a dorarse.
- Vuelve a poner el pollo en la cazuela. Añade el caldo de pollo, un pellizco de nuez moscada y pimienta. Tapa y cocina a fuego bajo durante 20 minutos.
- Pasado ese tiempo, incorpora la nata para cocinar. Remueve con cuidado y deja que la salsa se cocine y espese durante 5-10 minutos más, sin que llegue a hervir fuerte. ¡Listo para servir!
9. Muslitos de Pollo a la Barbacoa al Horno

Consigue todo el sabor de una barbacoa sin necesidad de encender el carbón. El truco está en una buena salsa BBQ y en un horneado lento que deja la carne tierna por dentro y caramelizada por fuera.
Ingredientes:
- 10-12 muslitos de pollo
- 1 taza de tu salsa barbacoa favorita
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 1 cucharadita de pimentón ahumado (páprika)
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- Sal y pimienta
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 180°C (350°F). En un bol, mezcla la salsa barbacoa, el azúcar moreno, el pimentón ahumado y el ajo en polvo. Esta mezcla le dará un toque extra de sabor y ayudará a caramelizar.
- Sazona los muslitos con sal y pimienta. Colócalos en una bandeja de horno forrada con papel de aluminio (para facilitar la limpieza).
- Con una brocha, cubre generosamente los muslitos con la mitad de la salsa BBQ.
- Hornea durante 30 minutos. Saca la bandeja, dales la vuelta a los muslitos y cúbrelos con el resto de la salsa. Hornea otros 25-30 minutos, o hasta que estén bien cocidos y la salsa esté burbujeante y pegajosa.
Pro Tip: Para un acabado más “a la parrilla”, puedes darles un golpe de grill (gratinador) durante los últimos 2-3 minutos de horneado. ¡Vigila que no se quemen!
10. Muslitos de Pollo al Chilindrón

Un guiso tradicional del norte de España, especialmente de Aragón y Navarra. Es un plato rústico, lleno de color y sabor gracias a los pimientos y el tomate. ¡Una delicia!
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 1 cebolla grande
- 2 pimientos verdes
- 1 pimiento rojo
- 4 tomates maduros (o 1 lata de tomate triturado)
- 2 dientes de ajo
- 100 g de jamón serrano en taquitos (¡omitir si se prefiere sin cerdo!) – Alternativa: usar champiñones o pavo ahumado en taquitos.
- Sal y aceite de oliva
Instrucciones:
- Salpimenta los muslitos y dóralos en una cazuela con aceite. Resérvalos.
- En ese mismo aceite, sofríe la cebolla y los pimientos, todo cortado en juliana, junto con los ajos picados. Cocina a fuego lento hasta que las verduras estén bien pochadas.
- Añade los tomates rallados (o el tomate triturado) y cocina durante 10 minutos para que se sofría bien. Si usas la alternativa al jamón, añádela ahora.
- Incorpora de nuevo los muslitos de pollo a la cazuela. Remueve para que se mezclen los sabores, tapa y deja cocinar a fuego muy bajo durante 30-40 minutos, hasta que el pollo esté tierno y la salsa haya espesado.
11. Muslitos de Pollo a la Cerveza (Versión sin Alcohol)

Una receta clásica adaptada para todos los públicos. Usaremos cerveza sin alcohol para conseguir ese sabor amargo y profundo característico, pero sin una gota de alcohol. La salsa queda oscura, densa y riquísima.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 1 lata (330 ml) de cerveza 0,0% (preferiblemente negra o tostada)
- 1 cebolla grande
- 2 zanahorias
- 2 dientes de ajo
- Harina, sal, pimienta y aceite de oliva
Instrucciones:
- Salpimenta los muslitos, pásalos por harina y dóralos en una olla con aceite caliente. Retíralos y reserva.
- En la misma olla, sofríe la cebolla, las zanahorias y los ajos, todo bien picadito. Cocina hasta que la verdura esté tierna.
- Vuelve a poner el pollo en la olla. Vierte la cerveza sin alcohol y rasca el fondo con una cuchara de madera para desglasar y recoger todos los sabores pegados.
- Lleva a ebullición, luego baja el fuego al mínimo, tapa y deja cocinar lentamente durante unos 45-50 minutos. El pollo quedará tan tierno que se desprenderá del hueso.
12. Muslitos de Pollo Estilo Griego con Feta y Orégano

Viajamos al Mediterráneo con esta explosión de sabor. El limón, el orégano y el queso feta salado crean una combinación fresca y deliciosa que te transportará a una isla griega.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- El zumo de 2 limones
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de orégano seco
- 4 dientes de ajo picados
- 150 g de queso feta
- Un puñado de aceitunas negras (Kalamata si es posible)
- Sal y pimienta
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 200°C (400°F). En un bol, marina los muslitos con el zumo de limón, el aceite de oliva, el orégano, el ajo, sal y pimienta. Déjalos reposar al menos 15 minutos.
- Coloca los muslitos y toda la marinada en una fuente para horno.
- Hornea durante 30 minutos.
- Pasado ese tiempo, saca la fuente, añade las aceitunas negras y desmenuza el queso feta por encima. Vuelve a hornear durante otros 15-20 minutos, hasta que el pollo esté dorado y el queso ligeramente derretido y tostado.
13. Muslitos de Pollo Adobados Estilo Mexicano

¡Ándale! Prepara unos muslitos con un adobo lleno de sabor, con un toque ahumado y picante que no te dejará indiferente. Son perfectos para hacer al horno o a la parrilla.
Ingredientes:
- 10 muslitos de pollo
- Para el adobo: 3 chiles anchos (sin semillas y remojados en agua caliente), 2 chiles guajillo (sin semillas y remojados), 3 dientes de ajo, 1/4 de cebolla, 2 cucharadas de vinagre de manzana, 1 cucharadita de comino en polvo, 1/2 cucharadita de orégano mexicano, sal.
- Zumo de lima y cilantro para servir.
Instrucciones:
- Para hacer el adobo, escurre los chiles remojados y ponlos en una licuadora junto con el ajo, la cebolla, el vinagre, las especias y un chorrito del agua del remojo. Licúa hasta obtener una pasta suave.
- Cubre los muslitos de pollo con este adobo, asegurándote de que queden bien impregnados. Lo ideal es dejarlos marinar en la nevera durante al menos 4 horas.
- Precalienta el horno a 190°C (375°F). Coloca los muslitos en una bandeja y hornéalos durante 40-45 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción.
- Sírvelos bien calientes con un chorrito de zumo de lima por encima y cilantro fresco picado.
14. Muslitos de Pollo en Escabeche Suave

El escabeche es una técnica de conservación milenaria que da como resultado una carne increíblemente tierna y sabrosa. Esta versión suave es perfecta para comer tanto caliente como fría, ideal para llevar en táper.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 1 taza de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 taza de vinagre de vino blanco
- 1/2 taza de caldo de pollo
- 2 cebollas en juliana
- 3 zanahorias en rodajas
- 4 dientes de ajo enteros
- Unas bolas de pimienta negra, 2 hojas de laurel
Instrucciones:
- Salpimenta y dora los muslitos en una cazuela con un poco de aceite. Resérvalos.
- En la misma cazuela, añade el resto del aceite y pocha a fuego muy lento la cebolla, las zanahorias y los ajos enteros.
- Cuando la verdura esté blanda, incorpora de nuevo el pollo. Añade el vinagre, el caldo, las bolas de pimienta y el laurel.
- Tapa y cocina a fuego muy bajo durante 40-50 minutos. El pollo debe quedar muy tierno. Deja reposar al menos unas horas (o mejor, de un día para otro) para que los sabores se asienten.
15. Muslitos de Pollo “Cacciatore” (Estilo Cazador)

Un plato rústico italiano lleno de sabor mediterráneo. Se trata de un guiso con verduras, hierbas y tomate que resulta muy completo y reconfortante.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 1 cebolla, 1 zanahoria, 1 rama de apio (el “sofrito” italiano), todo picado
- 200 g de champiñones, laminados
- 1 pimiento rojo, en dados
- 1 lata (400 g) de tomate triturado
- 1/2 taza de caldo de pollo
- Romero, salvia, sal y pimienta
Instrucciones:
- Salpimenta los muslitos, enharínalos ligeramente y dóralos en una cazuela grande. Retíralos.
- En la misma grasa, sofríe la cebolla, la zanahoria y el apio hasta que estén blandos. Añade los champiñones y el pimiento y cocina unos minutos más.
- Vierte el tomate triturado y el caldo. Añade las hierbas aromáticas (romero y salvia).
- Reincorpora el pollo a la cazuela, tapa y cocina a fuego lento durante 45-60 minutos, hasta que la salsa haya espesado y el pollo esté muy tierno.
16. Muslitos de Pollo con Patatas a lo Pobre

Una receta humilde pero increíblemente sabrosa, típica de Andalucía. Las patatas se cocinan lentamente con pimientos y cebolla, absorbiendo todos los jugos del pollo. ¡Un plato único delicioso!
Ingredientes:
- 6 muslitos de pollo
- 4 patatas grandes
- 2 pimientos verdes
- 1 cebolla grande
- Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 180°C (350°F). Pela las patatas y córtalas en rodajas finas (panadera). Corta la cebolla y los pimientos en juliana.
- En una fuente de horno grande, pon una buena base de aceite. Mezcla las patatas, la cebolla y los pimientos con sal y pimienta y extiéndelos por la fuente.
- Salpimenta los muslitos de pollo y colócalos encima de la cama de patatas. Riégalo todo con otro buen chorro de aceite de oliva.
- Hornea durante aproximadamente 1 hora o 1 hora y cuarto. A mitad de cocción, remueve las patatas con cuidado para que se cocinen de manera uniforme. El plato estará listo cuando las patatas estén tiernas y el pollo dorado y crujiente.
17. Muslitos de Pollo Tandoori al Horno

El sabor intenso y especiado de la India en tu propia casa. La marinada de yogur no solo aporta un sabor increíble, sino que también deja el pollo súper tierno y jugoso por dentro.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo (hazles unos cortes para que penetre la marinada)
- 1 taza de yogur natural (griego si es posible)
- El zumo de 1 limón
- Mezcla Tandoori: 2 cucharadas de pimentón, 1 de cúrcuma, 1 de comino molido, 1 de cilantro molido, 1 de jengibre en polvo, 1/2 de cayena.
- Sal
Instrucciones:
- En un bol grande, mezcla el yogur, el zumo de limón, todas las especias de la mezcla Tandoori y una buena pizca de sal.
- Sumerge los muslitos en la marinada, asegurándote de que queden completamente cubiertos y que la mezcla penetre en los cortes. Tapa y deja marinar en la nevera un mínimo de 4 horas (idealmente toda la noche).
- Precalienta el horno a 200°C (400°F). Coloca los muslitos en una rejilla sobre una bandeja de horno (para que el calor circule por todas partes).
- Hornea durante 35-45 minutos, hasta que estén bien cocidos y ligeramente carbonizados en los bordes. Sírvelos con gajos de limón y pan naan.
18. Muslitos de Pollo Glaseados con Balsámico y Romero

Una receta elegante y con un sabor agridulce muy sofisticado. La reducción de vinagre balsámico crea un glaseado oscuro, brillante y con una acidez deliciosa que contrasta a la perfección con el aroma del romero.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 1/2 taza de vinagre balsámico de Módena
- 1/4 taza de miel o sirope de arce
- 2 ramitas de romero fresco
- 2 dientes de ajo, machacados
- Sal y pimienta
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 200°C (400°F). Salpimenta los muslitos y colócalos en una fuente para horno.
- En un cazo pequeño, calienta a fuego medio el vinagre balsámico, la miel, el ajo machacado y las ramitas de romero. Deja que hierva suavemente y se reduzca durante 5-7 minutos, hasta que espese y tenga consistencia de sirope.
- Vierte este glaseado sobre los muslitos de pollo, asegurándote de que queden bien cubiertos.
- Hornea durante 35-40 minutos, rociándolos con el jugo de la bandeja a mitad de cocción, hasta que estén cocidos y el glaseado esté caramelizado.
19. Muslitos de Pollo con Salsa de Cacahuete (Satay)

Inspirada en la cocina del sudeste asiático, esta receta es una explosión de sabor. La salsa de cacahuete es cremosa, salada, dulce y un poco picante. ¡Es adictiva!
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- Para la salsa: 1/2 taza de mantequilla de cacahuete (sin azúcar), 1/4 taza de leche de coco, 2 cucharadas de salsa de soja, 1 cucharada de zumo de lima, 1 cucharadita de sirope de arce, 1 diente de ajo picado, un poco de Sriracha o guindilla al gusto.
Instrucciones:
- Prepara la salsa: en un bol, mezcla todos los ingredientes de la salsa hasta obtener una consistencia suave y homogénea. Si está muy espesa, puedes añadir un poco más de leche de coco o agua caliente.
- Cubre los muslitos de pollo con la mitad de la salsa Satay. Déjalos marinar durante al menos 30 minutos.
- Puedes cocinarlos a la parrilla o al horno a 200°C (400°F) durante unos 30-35 minutos, hasta que estén bien hechos.
- Sirve los muslitos calientes con el resto de la salsa por encima o a un lado para dipear.
20. Muslitos de Pollo a la Provenzal

Un guiso sencillo que huele y sabe a la campiña francesa. Las hierbas provenzales, las aceitunas y el tomate crean un plato aromático y lleno de sabor mediterráneo.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 1 cebolla picada
- 2 dientes de ajo laminados
- 1 lata (400g) de tomates en dados
- 1/2 taza de aceitunas negras o verdes
- 2 cucharaditas de hierbas provenzales (tomillo, romero, orégano, albahaca)
- Caldo de pollo (opcional)
- Aceite de oliva, sal y pimienta
Instrucciones:
- Salpimenta los muslitos y dóralos en una cazuela con aceite. Resérvalos.
- En la misma cazuela, sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén blandos.
- Añade los tomates en dados y las hierbas provenzales. Cocina durante unos minutos.
- Vuelve a poner el pollo en la cazuela. Añade las aceitunas y un chorrito de caldo si ves que la salsa está muy espesa. Tapa y cocina a fuego lento durante 30-40 minutos.
21. Muslitos de Pollo al Pimentón (Estilo Húngaro)

Inspirado en el famoso “Chicken Paprikash”, este guiso es cremoso, reconfortante y con un profundo sabor a pimentón. La clave es usar un buen pimentón dulce (y un toque de picante si te atreves).
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 2 cebollas grandes, picadas finamente
- 3 cucharadas de pimentón dulce de buena calidad
- 1/2 cucharadita de pimentón picante (opcional)
- 1 pimiento verde, en dados
- 1 taza de caldo de pollo
- 1/2 taza de nata agria o yogur griego
- Harina, sal, pimienta y aceite
Instrucciones:
- Pasa los muslitos sazonados por harina y dóralos en una olla. Retíralos.
- En la misma olla, pocha la cebolla a fuego muy lento hasta que esté casi caramelizada. Aparta la olla del fuego y añade los pimentones. Este paso es crucial para que el pimentón no se queme y amargue. Remueve bien.
- Vuelve a poner la olla al fuego, añade el pimiento verde, el pollo y el caldo. Lleva a ebullición, baja el fuego, tapa y cocina durante 40 minutos.
- Justo antes de servir, retira del fuego y mezcla con cuidado la nata agria o el yogur para espesar y dar cremosidad a la salsa. No dejes que hierva una vez añadida la nata.
22. Muslitos de Pollo con Costra de Parmesano y Ajo

Una forma súper fácil y rápida de conseguir unos muslitos crujientes y sabrosísimos sin necesidad de freír. La costra de queso parmesano y pan rallado queda dorada y llena de sabor.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 1/2 taza de pan rallado
- 1/2 taza de queso parmesano rallado
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de perejil seco
- 4 cucharadas de mantequilla derretida
- Sal y pimienta
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 200°C (400°F).
- En un plato, mezcla el pan rallado, el queso parmesano, el ajo en polvo, el perejil, la sal y la pimienta.
- Sumerge cada muslito primero en la mantequilla derretida y luego rebózalo bien en la mezcla de pan rallado, presionando para que se adhiera.
- Coloca los muslitos en una bandeja para horno forrada con papel vegetal y hornea durante 30-35 minutos, hasta que la costra esté dorada y crujiente y el pollo bien cocido.
23. Muslitos de Pollo en Salsa Verde

Una receta clásica de la cocina española, fresca y llena de sabor a perejil. Es un guiso ligero pero muy sabroso, perfecto para cualquier época del año.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- 1 cebolla picada
- 2 dientes de ajo picados
- Un manojo grande de perejil fresco
- 1/2 vaso de caldo de pollo
- Un puñado de guisantes (opcional)
- Harina, aceite de oliva, sal
Instrucciones:
- Salpimenta los muslitos, enharínalos y dóralos en una cazuela. Resérvalos.
- En el mismo aceite, pocha la cebolla y el ajo.
- Mientras, prepara la salsa verde: tritura el perejil fresco (solo las hojas) con el caldo de pollo en una licuadora.
- Vierte la salsa verde en la cazuela, reincorpora el pollo y añade los guisantes si los usas. Tapa y cocina a fuego bajo durante 25-30 minutos, hasta que el pollo esté tierno.
24. Muslitos de Pollo Agridulces Estilo Chino

Una versión casera y más saludable del clásico pollo agridulce de los restaurantes chinos. La salsa tiene el equilibrio perfecto entre dulce y ácido, y los muslitos quedan tiernos y cubiertos de esta delicia.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo
- Para la salsa: 4 cucharadas de ketchup, 3 de vinagre de arroz, 3 de azúcar, 2 de salsa de soja, 1 cucharadita de maicena disuelta en un poco de agua.
- Pimiento verde y rojo, y cebolla en trozos grandes.
- Trocitos de piña en su jugo (opcional)
Instrucciones:
- Dora los muslitos de pollo en un wok o sartén grande con un poco de aceite.
- Cuando estén casi hechos, añade los trozos de pimiento y cebolla y saltea todo junto durante unos minutos hasta que las verduras estén tiernas pero crujientes.
- En un bol, mezcla todos los ingredientes de la salsa. Viértela en el wok y remueve bien.
- Cocina durante 2-3 minutos, hasta que la salsa hierva y espese, cubriendo todo el pollo y las verduras. Si usas piña, añádela en este último paso.
25. Muslitos de Pollo al “Pil-Pil” de Ajo y Guindilla

Una adaptación atrevida del famoso bacalao al pil-pil. Usamos la misma técnica de emulsionar el aceite con los jugos del pollo para crear una salsa increíblemente sedosa, con el toque picante de la guindilla y el sabor del ajo.
Ingredientes:
- 8 muslitos de pollo (mejor sin piel para esta receta)
- 1 taza de aceite de oliva virgen extra
- 6-8 dientes de ajo laminados
- 2-3 guindillas de cayena
- Sal
Instrucciones:
- En una cazuela (preferiblemente de barro), calienta el aceite a fuego bajo con los ajos laminados y las guindillas. Queremos que el aceite se infusione, no que se frían los ajos. Cuando empiecen a bailar, retíralos y resérvalos.
- En ese mismo aceite, a fuego medio-bajo, coloca los muslitos de pollo sazonados. Cocínalos lentamente, unos 15-20 minutos por cada lado.
- Una vez que el pollo esté cocido, retíralo. El aceite de la cazuela ahora tendrá los jugos del pollo. Deja que se enfríe un poco.
- Ahora viene la magia: con un colador pequeño o unas varillas, empieza a mover la cazuela en círculos o a batir el aceite para que emulsione. Poco a poco, se irá ligando hasta formar una salsa espesa y cremosa. Vuelve a añadir los ajos, sirve el pollo y nápalos con su propia salsa pil-pil.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
1. ¿Cómo sé si los muslitos de pollo están bien cocidos? La forma más segura es usar un termómetro de cocina: la temperatura interna debe alcanzar los 75-80°C (165-175°F). Si no tienes termómetro, pincha la parte más gruesa del muslo; los jugos deben salir claros, nunca rosados.
2. ¿Puedo usar muslos deshuesados y sin piel para estas recetas? ¡Claro que sí! La mayoría de las recetas funcionan perfectamente. Ten en cuenta que el tiempo de cocción será menor, así que ajusta los tiempos para evitar que se sequen.
3. ¿Cuál es el secreto para una piel de pollo súper crujiente en el horno? Hay tres trucos clave: primero, seca muy bien la piel con papel de cocina antes de sazonar. Segundo, no sobrecargues la bandeja del horno para que el aire caliente circule bien. Y tercero, hornear a una temperatura relativamente alta (200°C / 400°F) ayuda a que la grasa se derrita y la piel se ponga crujiente.
4. ¿Puedo preparar las marinadas con antelación? ¡Por supuesto! De hecho, es lo ideal. Cuanto más tiempo pase el pollo en la marinada (dentro de un límite razonable, hasta 24 horas en la nevera), más sabor absorberá y más tierno quedará.
5. ¿Se pueden congelar los muslitos ya cocinados? Sí, la mayoría de estos platos se congelan bien. Los guisos y las recetas con salsa son los que mejor resultado dan. Para descongelar, lo mejor es pasarlos a la nevera la noche anterior y luego recalentarlos a fuego bajo. Evita congelar recetas con base de nata o yogur, ya que pueden cortarse al descongelar.
Conclusión
Como has podido ver, los muslitos de pollo son mucho más que una simple pieza de carne; son un pasaporte a un mundo de sabores sin fin. La verdadera magia no está solo en su versatilidad, sino en su capacidad para absorber la esencia de cada cultura y cada cocina. Un detalle que a menudo pasamos por alto es el colágeno presente en la carne y la piel del muslo. Al cocinarse lentamente, este colágeno se descompone en gelatina, que no solo aporta una textura increíblemente sedosa a las salsas de los guisos, sino que también enriquece el plato de una forma que otras partes del pollo no pueden igualar. Así que la próxima vez que disfrutes de un muslito tierno y jugoso, recuerda que no solo estás comiendo algo delicioso, sino también aprovechando al máximo la química natural de los alimentos. ¡A cocinar se ha dicho!
Fuentes y Lecturas Adicionales
- USDA FoodData Central: Para información nutricional detallada del pollo.
- “On Food and Cooking: The Science and Lore of the Kitchen” por Harold McGee: Para entender la ciencia detrás de la cocción de las carnes.
- Journal of Food Science: Para estudios sobre las propiedades de diferentes cortes de carne.
- Sitios web de cocina de renombre como Serious Eats, Bon Appétit y The Kitchn para técnicas y bases de recetas.
